Entrevista al abogado y psicólogo social español, especialista en mediación.
Su especialidad es el análisis de conflictos donde ha generado metodología propia: la negociación y la mediación en distintos contextos.
Redorta visitó la provincia, ya que esta es sede de uno de los pretalleres del XIV Congreso Mundial de Mediación y Cultura de la Paz que se desarrollará en Buenos Aires desde hoy, hasta el próximo sábado.
El lunes, el especialista dictó un taller: “Análisis de conflictos: herramienta fundamental en mediación”, en el Centro Cultural América.
Conferenciante y formador, Redorta tiene 12 libros publicados. Ayer presentó el último de ellos: “La estructura del conflicto: el análisis de conflictos por patrones”, en la Casa de la Cultura. En diálogo con El Tribuno, habló sobre su libro y la situación de la mediación en Argentina y otros países.
¿Con qué se encontrará el lector?
Este libro resume bastantes años de experiencia tratando un nuevo paradigma de resolución de conflictos que es la morfología del conflicto, la forma. Típicamente sobre los conflictos se ha tratando de abordar las causas pero también sostengo que los conflictos tienen una forma y si las estudiamos es mas fácil gestionar y prever cómo se va a solucionarlos. Por lo tanto este libro contiene una teoría basada en la práctica de una nueva forma de pensar sobre los conflictos.
En su especialidad, usted ha generado metodología propia, ¿qué implica esto?
Esto implica una herramienta cuyo uso más práctico sería que permite pasar de la información cualitativa a la información cuantitativa, es decir, un instrumento que podría utilizarse con herramientas que hoy están ya en el mercado de inteligencia artificial. Ello permitiría tener visiones más claras de que hay que hacer frente a conflictos concretos, o sea, de alguna manera analizar qué similitudes y diferencias hay de conflicto a conflicto. Cuando esa información se tiene, la probabilidad de gestionar más adecuadamente se aumenta de manera extraordinaria.
¿Qué aporta la inteligencia artificial?
En este momento se están dando los primeros planteos. La pregunta es difícil de contestar en ese sentido, pero yo estoy totalmente convencido de que aporta la cuantificación de probabilidades, es decir, de originar un sistema de recomendación básicamente.
La jurisprudencia en el derecho es todo lo que tribunales ha dicho sobre un caso concreto, pues esto sería la jurisprudencia de la resolución de conflictos, es decir, tendríamos antecedentes.
Usted también ahonda en el análisis de patrones reiterativos…
Fijese que, por ejemplo, antes de ir a comer uno se lava las manos. Es un patrón de conducta. O antes de tomar el coche uno mira para atrás y adelante, si no va a chocar de alguna manera. En los conflictos pasa lo mismo, hay cosas que se repiten, que son reiterativas y que las conocemos y cuando eso se conoce es mas fácil abordarlo.
¿Cómo es la situación de la mediación Argentina?
Yo aprendí, tuve bastantes profesores argentinos cuando empecé allá por los años 90, es decir que Argentina llegó a la mediación antes que otros países. Llegó quizá porque el sistema judicial estaba muy alicaído, por decirlo de alguna manera, y la gente de Argentina está muy preparada generalmente y luego ha bebido de fuentes muy diversas. Yo diría que la mediación argentina es potente en términos generales, lo que pasa es que a veces se necesita un cierto revulsivo y esto esta ocurriendo en todo el sector de la resolución de conflictos. Estamos pasando de lo que es la mediación a lo que es el campo más amplio de la gestión de conflictos. Argentina es una buena base de despegue, de cosas novedosas, importantes y hay personas con mucha capacidad.
¿Cuál es su visión sobre la mediación en Salta?
Disfruté muchísimo el taller que realizamos porque los mediadores salteños son de alto nivel y además abordamos temas que son muy nuevos como es la morfología de conflictos, la evaluación neutral experta, aspectos que casi son emergentes a nivel internacional, por lo tanto, nos pusimos en primera línea de lo que se está hablando en el mundo. Tienen ustedes excelentes equipos de mediadores en Salta que yo no conocía, para mí es un descubrimiento.
¿Qué sucede en otros países?
En Europa se ha hecho un esfuerzo importante para adaptar un reglamento en todo el territorio porque todavía la mediación es de escaso uso, aunque su práctica es muy reciente. Fijese que la mediación tal como la conocemos actualmente entra en los años 80 en Europa mientras que los tribunales tienen por lo menos dos siglos de vigencia. Allí hay un 1% de casos que se están tratando pero la tendencia es a incrementarse. En Asia, por ejemplo, se han hecho estudios recientes. Yo participé en uno y están muy interesados en las cuestiones de empresas multinacionales que tienen conflictos en distintos ámbitos. Yo creo que a nivel comercial está aumentando bastante la mediación, a nivel familiar sin duda también.
En Francia hay miles de profesionales que se dedican directamente a la mediación. Incluso está reconocida la mediación familiar como una profesión como cualquier otra.
¿Cuáles son las problemáticas que se pueden resolver con la mediación?
Serían todos, pero depende mucho de las partes implicadas. Por ejemplo, cuando una situación es multiparte, es decir, hay varias partes, la mediación ya directamente es adecuada. Imagínese un tema medioambiental que implica a unos otros vecinos. Todos los temas donde convenga privacidad también son adecuados. Imagínese una pelea entre socios de una empresa. Los temas de relaciones personales, entre padres en relación al hijo, entre la pareja, en la escuela que es un campo importantísimo. Están apareciendo inclusive avances en lo que es la mediación en contexto de policía.
¿Generalmente las mediaciones tienen éxito?
Depende de que esté indicado el caso para mediación o no. Si todo va a mediación, los porcentajes de éxito bajan, pero sí esta indicado el caso para mediación, casi el 70% de éxito se obtiene.
En Salta la mediación es obligatoria antes del juicio. ¿Qué le parece?
Yo soy un poco resistente porque sostengo que todo lo que es obligatorio en mediación pues se contradice un poco con el espíritu de la misma, pero por otro lado también reconozco que en ciertos contextos puede ser necesaria porque genera una cultura, obliga a repensar las cosas, a dar una oportunidad mínima al acuerdo. La experiencia de Estados Unidos es interesante porque en unos sitios es obligatoria y en otros no.
¿Considera que es mejor que las partes lleguen de forma espontanea a mediar?
Sí, pero eso supone que ya haya una cierta cultura de mediación, es decir, que la gente ya conozca el recurso, que sepa a qué va, y en los sitios donde no ha alcanzado esa situación puede ser necesaria, da una oportunidad. En España la mediación laboral es obligatoria pero la función que se hace no es tan exactamente de mediación como de validar acuerdos que se han negociado previamente, entonces se desvirtúa un poquito la cuestión, pero eso es corregible.
¿Cómo se construye la cultura de la mediación?
Hace falta dedicar tantos recursos como a la guerra. Es importante darnos cuenta de que la paz necesita tantos recursos como los esfuerzos por pelearnos, es decir, si se compara el presupuesto de cualquier país en policía, defensa, con lo que dedicamos a ponernos de acuerdo, no hay punto de comparación, es decir, estamos en un error histórico y grave y muy importante. La paz necesita recursos. Si queremos la paz, preparemos la paz.
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